Ser conductor va mucho más allá de manejar un vehículo. Incumplir con las normas de tránsito tiene consecuencias graves, además de sanciones económicas o judiciales, si no respetan normas básicas como las señales de tránsito, que están pensadas para evitar poner en riesgo su vida y la de terceros.

Leer más: Señalización, según su tipo y material

En el caso de las señales reglamentarias, se definen como aquellas señales que tienen por objeto indicar al usuario de la vía las limitaciones, prohibiciones o restricciones sobre su uso, y cuya violación constituye una falta que podría terminar en una multa o peor aún, un accidente.

Clasificación

De acuerdo con su función, las señales reglamentarias se clasifican en:

• De prioridad
• Prohibición de maniobras y giros
• Prohibición de paso por clase de vehículo
• De restricción
• De obligación
• De autorización

La mayoría de las señales reglamentarias tienen forma circular, pero se acepta que se inscriban en un rectángulo cuando llevan leyenda adicional, la cual debe ser clara y concisa. Se exceptúan las señales pare, ceda el paso, sentido único de circulación y tránsito en ambos sentidos.

Se distinguen fácilmente porque su color es de fondo blanco y líneas oblicuas en rojo y símbolos negros. Entre las más importantes se encuentran: pare, no pase, uno a uno y no girar en U.

Las señales de tránsito no solo están ahí para restringir y alertar. También fueron diseñadas para darle la mayor cantidad de información posible al conductor y al viajero, para que logre guiarse hacia su destino sin contratiempos y con la mayor seguridad posible. Esa es su esencia: prevenir y evitar.